La nueva adquisición para mi videoteca: 2 horas del rock más mítico en el Madison Square Garden, allá por el año 1973. Un comienzo algo desconcertante, tipo telefilm con una especie de trama antinazi, da paso a un concierto que merece la pena ver y escuchar con tranquilidad.
A destacar la impecable y siempre abrumadora ejecución del señor Jimmy Page y la desgarradora voz y meneos varios de Robert Plant. Mención especial a los ceñidísimos pantalones de este último, posiblemente una cruz para los padres de las quinceañeras de la época.
Muy recomendable, incluyendo el precio estrella, algo menos de 6 euros.
Hoy pido un minuto, si no más de uno, de silencio por quién nos ha dejado tan repentinamente: mi tomo TPB de Watchmen...
Los Restos Mortales del TPB de Watchmen :-(
Pero bueno, a pesar de que la pérdida ha sido muy dolorosa para mí (todo fue fruto de un accidente, a pesar de que ya no contaba con muy buena salud) como reza el título del post, unos llegan y otros se van. He aquí algunos de los que han llegado nuevos, para hacerse un huequecito en mi corazón, a falta de otros tantos que ya os iré enseñando:
Un poco de Will Eisner, Adam Strange y unos toques de Doom Patrol para alegrarme un poco
Pues eso, ya encontraré el modo de recuperar a mi Watchmen...hasta entonces D.E.P.
"Con el polvo y las cenizas
de mi alma incinerada
un licor de agua salada
fabriqué, por si me hechizas
con esas palabras tuyas,
mágicas y envenadas.
Se me quedan enrredadas
de nada sirve la lucha,
pues corroen mis sentidos
sin prisa, pero imparables
convirtiéndose en culpables
de unos sueños malheridos
por la flecha de tu lengua,
que alimenta estas mentiras.
Tú ni sientes ni respiras
el dolor que me atormenta,
que quiebra mi corazón
y transforma vida en muerte
dejándome tan inerte
como hecha de carbón.
Y al ser de carbón me prendo
con el fuego de tus ojos
convirtiéndome en despojos
de lo que venia siendo.
Y me quedo reducida
a un montón de polvo gris
que esparces lejos de ti
cada vez que tú respiras.
A veces alguna mota
se cuela por tu nariz
pero, es mucho más feliz
la que se posa en tu boca,
que es un placer prohibido;
pues me siento como Eva
con tu boca, fruta fresca,
que me veda el paraíso.
Convertida en polvo estaba,
cuando de pronto advertí
que no era lo que fui
y que estaba aquí sentada
escribiendo en un papel,
a la sombra del recuerdo
de tu cara, de tu pelo,
una historia que no fue
ni esta siendo, ni será;
porque tienes y no sabes
de mi espíritu la llave
y no aciertas a girar."
El tiempo me quitó la razón...Gracias.
Hoy me siento bastante triste...por eso dedico mi entrada del blog a mi judía...una pequeña Frankenstein, que nació fuera de temporada y muestra su congoja con la caída de sus amplias hojillas verdes, pasando por el amarillo hasta el marrón más deprimente. Así estoy yo, mustia como mi judía, por que cosas que no quería que volvieran han vuelto y no se como detenerlas...
Quiero pensar que ella me comprende, que se siente como yo...fuera de lugar, y amenazada por unas circunstancias que no están hechas para ella. Que locura, pero en estos momentos me siento en comunión con una pequeña planta de judía, amarilla de tristeza...
10 de Febrero...casi un mes sin actualizar el blog!!! Lo siento, pero mis deberes académicos me han tenido enclaustrada cual monja y sin tocar nada que no fueran folios escritos por ambas caras (montones y montones) y libros de estos de toda la vida con letra bien apretujadita... En fin, que no es normal que a estas alturas siga esto asi, asi que paso a relatar el maravilloso viaje que acabo de completar.
Si alguien no ha ido a los Pirineos (y sin despreciar el resto, en especial el pirineo aragonés) en invierno, por Diossss, que lo haga. Es impresionante, el sólo hecho de traspasar esas impresionantes montañas, te hace romper con todos los problemas que tienes al otro lado y acordarte de todas las personas que quieres y no están a tu lado para disfrutar la maravilla que estas disfrutando tu. El destino era la estación de esquí de Formigal, una vieja conocida, aunque para llegar a ella tienes que entrar superando primero el Monrepos y sus correspondientes túneles (antes conocidos como los túneles del Alto Aragón). Pasando por un montón de pueblos de vida (Escarrilla, Biescas, Lanuza, Sallent de Gállego...) descubres cuán diferente es la filosofía de vida que tiene la gente que vive en sus casas de la que tu conoces en tu enorme ciudad. No ves nada más que paisajes increíbles y te lamentas por que la carretera haya mejorado tanto y no permita tantas paradas como antaño para admirar el impresionante paisaje pirenaico. Pasas los hermosos embalses, que años de más frío permitían practicar el patinaje en su superficie, y finalmente ves recortado contra la ladera nevada el hermoso pueblo de Sallent, pequeño y silencioso, pero repleto de lugares con especial encanto, tantos, que mi cámara ya no sabía hacia donde disparar. De ahí a la urbanización de Formigal son 4 km de nada, que haces pelín preocupado por lo angosto y helado de la carretera, pero que no le quita su encanto en absoluto.
Una vez en Formigal, los recuerdos te golpean en la cara casi más que el viento que sopla. Cambian cosas pero no cambia nada en Formigal. Las tiendas de venta y alquiler de esquís anuncian modelos de botas, esquís, tablas de snow, anoraks,...todos de última generación, pero las tiendas siguen siendo las mismas. Y el mismo trajín con los esquís al hombro y las botas después de un intenso desayuno, camino al bus que te deja en las pistas, donde pasas el día completo subiendo remontes y desafiando pistas (léase nieve + posible placa de hielo + posible bañera y/o montículo + posibles niños kamikazes + gente en general) con nombres que te recuerdan cosas bonitas, tras un año entero de no practicar.
Pero todo esto se acabó ayer y no veo el momento de que llegue el año que viene para volver...
