miércoles, agosto 29, 2007

Ready to Kill You

My hands around your neck,
the hate run through my veins,
my eyes looking your eyes,
you know you're going to die

CHORUS:
Cause I'm ready to kill you...
Maybe you killed me before...
But now is my revenge's hour,
so baby I'm ready to kill you.

Your heart beating so fast
Your supplications at last
Your fear smells so sweet
I can't wait more to hit

CHORUS

This probably will end
with a thick red rain.
Be careful my friend,
we will meet again.





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Ready to Kill You by
Mari Carmen Gutiérrez de la Ossa is licensed under a
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lunes, agosto 13, 2007

La Lluvia de Perseidas

Este sábado 11 de Agosto, servidora, con toda su buena intención, se fue a su pueblo, Tarancón, Cuenca, adoptivo, claro, porque una nació en Madrid, y alejarse de la contaminación lumínica de la gran ciudad para ver la famosa lluvia de Perseidas que todos los años por estas fechas suele acontecer.
Yo nunca me había conseguido enterar de cuándo era exactamente, amén de que en Madrid no se ve na de na, asi que iba a ser mi primera experiencia estelar de semejantes características.
Me preparé para la noche del domingo al lunes, que decían sería la más intensa. Tenía poco tiempo, pues al dia siguiente tocaba currar y volverse desde mi pueblo a Madrid es un buen rato.
Cena frugal, tumbona, luces fuera, y...
NADA.
Ahi va, una.
NADA.
NADA.
Algunas pequeñas colas. Mierda, demasiada claridad, no era noche cerrada y no parecía que fuese a cerrar hasta la madrugada. Y yo tenía que irme a Madrid!!
Tristeza, desesperación, mala uva...
De pronto me quedé mirando el cielo. No había Perseidas o estas no se veían. Pero había una inmensidad de estrellas, más de las que se ven desde mi casa habitualmente. Empecé a pensar, a mirarlas y remirarlas a sentirme pequeña, chiquitaja...pero a la vez con fuerzas para ir y tocar una si se terciaba. Y así estuve hasta que el frío pudo conmigo, mirando el cielo de Agosto como pocas veces lo había visto y en buena...no en la mejor compañía posible. Y eso me compensó casi del todo.
Asi que 20% triste, 80% feliz, volví a Madrid con la intención de intentarlo el año que viene en circunstancias más propicias, ¡prometido!