Y es que el viernes 9 el señor Marc Ford tuvo la delicadeza de hacer una visita a la humilde sala Óxido de la ciudad anteriormente citada, para demostrarnos que todavía está en buena forma.
La cosa empezó algo más tarde de lo previsto debido a que antes había un par de muchachos haciendo una VDJ session, que viene a ser poner vídeo-clips de variopintos grupos uno detrás de otro con más o menos gracia.
Tras una buena tanda de clásicos y una hora más tarde de lo prometido, salía a escena Marc Ford con su banda (incluido su hijo a la guitarra) apuntando muy buenas maneras. Lástima que cuando la cosa se empezaba a poner interesante, misteriosamente su guitarra dejó de sonar. Y digo misteriosamente, porque con el jaleo de pedaleras, cables y demás allí no había Dios que supiera arreglar el entuerto. Cabe destacar también la pachorra del pipa/asistente técnico a la hora de buscarle un cable o la solución al bueno de Marc, que al final acabó cantando sin saber muy bien qué hacer con las manos, ya que ponerlas en la guitarra no servía de mucho.
Eso sí, su hijo aprovechó para lucirse, aprovechando que su padre las pasaba canutas en medio de la canción... ¡estos chicos!
Visto que no había manera de apañar esa guitarra, cambió de modelo y de tapa y consiguió encauzar lo mejor que pudo el concierto, aunque muy pendiente del sonido en todo momento. Nos soltó estupendos temas de su último disco, así como otros clásicos de su carrera en solitario y supo sobreponerse a que el equipo de sonido parecía estar completamente en su contra esa noche.
El concierto fenómeno, a pesar de que el hombre casi no se relajó hasta el final y el ambiente era algo frío (los 4 gatos que estábamos tampoco conseguíamos hacer mucho ruido). Sin embargo hubo anécdotas impagables como el jebi melenudo cincuentón de primera fila que sufría una especie de ataque epiléptico mientras recibía en su cabeza no se sabe muy bien qué, ya que el ritmo que llevaba era ajeno completamente al de la banda de Ford. Carne de Youtube, lástima que nadie lo haya subido.
Detrás de Ford, salió Salvador Domínguez a hacer una demostración de guitarra, pero el cansancio pudo con nosotros y ahí le dejamos entre el público y dándole a las 6 cuerdas.
Otro concierto más, pero no el último! Y es que al día siguiente había otro pero... otro día os lo cuento!
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